jueves, 30 de julio de 2009

MI VIAJE DE NOVIOS


El día 14 de Octubre nos fuimos a casa de mi cuñada, que vive en Villafranqueza, para cobrar las 2.500 pesetas cada uno como premio que el gobierno daba a los recien casados. Este premio se podía cobrar en la Caja Nacional de Alicante, cosa que hicímos el día 15.


El 16 nos marchamos a Valencia para estar allí tres días, porque el presupuesto no nos daba para más. Nadie de mi familia se pudo ir de viaje de novios por no disponer de medios económicos. Algo parecido ocurrió en la familia de mi mujer. Nos podemos sentir dichosos de haber sido los únicos, de haberlo podido hacer.

Durante la estancia en Valencia lo pasamos bastante bien. Una de las noches fuimos a una sala de fiestas en donde vimos un gran espectáculo. Al día siguiente montamos en una barca y nos dieron un buen paseo por el lago de La Albufera, disfrutando de ver los patos y los peces que allí había. Lástima que sólo estuviésemos tres días. De regreso fuimos de nuevo a Villafranqueza a casa de mi cuñada, hasta cumplir el permiso que la empresa me había dado al casarme. Tengo que reconocer que no cumplí como debiera haberlo hecho, pues en vez de 10 días que me dieron estuve 15. Lógicamente, cuando me presenté en mi puesto de trabajo, me llamaron la atención con toda la razón del mundo. Yo les propuse que los días que había estado de más fuesen a cuenta de las vacaciones de Navidad. Por ahí me pude escapar y no pasó nada. También puedo decir que, en los siete años que estuve en Villena, cuando los compañeros se marchaban de vacaciones, a mí y al resto de los albañiles nos daban la mitad o menos de vacaciones porque era cuando varias obras de mantenimiento las dejaban para estas épocas.


Y hasta aquí el relato de mi viaje de novios.

No hay comentarios:

LLegado a la jubilación, diviso mi vida como desde una atalaya: alegrías, miserias, trabajos, familia, amistades... Es como una película, la película de mi vida. Yo he tratado de presentar algunas cosillas en este sencillo blog. Es además, en cierta medida, el reflejo de lo que ha sido la vida de nuestra generación: carencias, sudor, lágrimas, y, también, algunos momentos agradables.

Datos personales

MIS BLOGS FAVORITOS